Aparentemente la lógica administrativa va en contra de la lógica artística cultural, pero es más un prejuicio que una realidad.
– ¿Qué es Cultura? – ¿Es acaso la efímera percepción de lo que compartimos?, ¿Es quizá una profunda estructura que conduce nuestras acciones e interpretaciones del mundo?, ¿Es una mágica construcción colectiva que delimita nuestros paradigmas? Y si así lo fuera, ¿Qué es entonces la Administración? – ¿No es acaso un paradigma, una estructura y una herramienta fundamental en la Cultura capitalista?
Dudas de esta naturaleza podrían abordar a cualquier observador desprevenido que se pregunte por la relación entre Administración y Cultura. La amplitud de ambos conceptos genera dificultad en el momento de delimitar los ámbitos de acción de cada uno, y dificulta comprender sus visiones distantes y sus puntos de interacción. Las dimensiones ocultas de esta singular relación llevan pocas décadas descubriéndose y tienen aún un largo camino por recorrer.
Para ahondar en esta compleja relación, el equipo de El RePorter entrevistó a Jaime Ruiz, docente que dirige la cátedra sobre Gestión Cultural en la Facultad de Administración y quien ha investigado durante varios años los grandes derroteros alrededor del tema.
El concepto de Cultura y su evolución
A través del tiempo se han desarrollado distintas definiciones que abarcan este aspecto. Sin embargo, recientemente la cultura ha evolucionado hasta convertirse no solo en un derecho de todos los ciudadanos sino también en un valioso recurso que está en la capacidad de crear valor. Dado que es precisamente la administración, la disciplina que se encarga de desarrollar procesos de gestión para recursos que crean valor, es inherente a la cultura, ya que ésta puede verse sujeta a este tipo de procesos por su naturaleza misma.
Éste nuevo recurso cuenta con una complejidad y con una manera de ser abordado distintas a las habituales en los demás terrenos de la administración. La gestión del arte y la cultura forja un lenguaje particular que parte de la universalidad de la cultura misma y que debe ser comprendido por todos los entes implicados en su desarrollo, de tal manera que se abra un espacio para la generación de sinergias que contribuyan a su mejor gestión y causen un impacto positivo dentro de la sociedad.
El valor de los bienes culturales
A diferencia de los bienes que se encuentran a diario en el mercado, el valor de los artísticos y culturales va más allá de una identificación tradicional de éstos, puesto que es la experiencia que vivimos a través de nuestros sentidos, la que determina nuestros juicios posteriores sobre este tipo de bienes. Si uno compra un automóvil, tiene un conocimiento a priori sobre aspectos como su funcionamiento y precio. En el caso de los bienes culturales no existe la posibilidad de conocerlos antes de generar una conexión de percepciones físicas que interactúan con lo artístico y lo cultural.
En este proceso es de gran importancia apreciar el aporte que puede brindar la administración desde áreas como por ejemplo los recursos humanos. La motivación puede convertirse en un factor diferencial para el crecimiento de una empresa. La sensación de trabajar para una organización de tipo cultural produce sensaciones que no se presentan en otro tipo de empresas y se ven reflejadas en excelentes resultados.
Desafíos más importantes para la gestión de la cultura en Colombia
Para que la gestión de arte y cultura pueda encontrar su camino, o más bien, para que el público pueda encontrar al arte y la cultura, hay que dar el paso que ya han logrado los países del primer mundo y entender la lógica administrativa no va en contra de la lógica cultural.
Además del anterior, se deben tener en cuenta otros desafíos:
- Nadie consume un bien cultural si no ha sido educado para apreciar su valor no material.
- Establecer fuentes sostenibles de financiación.
- Eliminar la visión miserable de la cultura. Ésta no debe fundamentarse en subsidios para su prosperidad, pues la cultura no precisa de favores. Todo lo contrario, está en la capacidad financiarse mediante la creación de valor económico.
- Es muy importante para la gestión cultural y la sociedad, preservar la naturaleza de este tipo de bienes, al no permitir que sea únicamente el mercado quien determine su dinámica y cause un deterioro de éstos.
Mientras la Cultura refleja de múltiples formas su interés por lo humano y lo artístico; la Administración instrumentaliza lo humano y busca transformarlo en bienestar.
Juan Camilo Infante Barón
juaninfb@gmail.com
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