Una breve mirada al cine y su industria en el país que tiene más festivales de cine que ciudades capitales.
Agradecimientos a Mauricio Reina, investigador de Fedesarrollo y Nicolás Felipe Sánchez, escritor del Reporter.
Introducción
Durante la última década hemos visto los primeros intentos por cuantificar y definir la relación existente entre las industrias culturales y la economía. Tanto intelectuales como personas del común mencionan la posibilidad de explotar y avanzar en el desarrollo de los diferentes productos o servicios que la industria cultural tiene para aportar al desarrollo económico de cualquier país. En el caso colombiano nos encontramos con una industria que tiene un futuro prometedor que se encuentra beneficiado por la influencia estatal ya que, con ánimos de promover al desarrollo del mercado cinematográfico colombiano, como lo es la denominada ‘ley del cine’, pretende ofrecer beneficios que influyan en el crecimiento a nivel artístico y cultural.
El propósito de este artículo es ilustrar el inicio del cine colombiano y su desarrollo, tanto sus crisis como sus épocas ‘doradas’. Adicionalmente, se analizará y se ilustrará el atractivo actual de la industria teniendo en cuenta indicadores como el comportamiento de la audiencia a través de los años, el número de producciones nacionales por año, entre otros. A manera de conclusión, se pretende respaldar la hipótesis de la industria cinematográfica como un motor de desarrollo de la economía colombiana y como generadora de valor agregado dentro de la sociedad.
Contexto y desarrollo
Fuente: Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano. Imagen de la película María (1922), primer largometraje del cine colombiano
El inicio de la cinematografía en Colombia se da gracias al estreno del primer largometraje argumental, denominado ‘María’ en el año de 1922, obra dirigida por Máximo Calvo Olmedo intentando realizar el filme basado en la novela homónima de Jorge Isaacs. El crecimiento de esta industria tiene un inicio lento e inconstante teniendo en cuenta que la producción de filmes en Colombia no se compara con el resto de mercados a nivel internacional, a pesar de haber sido de los primeros países latinoamericanos en presentarse este nuevo tipo de arte. Dentro de las primeras décadas, el Estado pasó totalmente desapercibido como posible impulsor de este producto que tenía como propósito ofrecer entretenimiento a todas las edades. Este lento comienzo se puede ver mitigado con el crecimiento inicial que tuvo respaldo de sus gobiernos, como lo tuvieron Argentina y México.
Durante estos años de inicio se destaca el papel de los hermanos Di Domenico, formadores importantes dentro de la industria cinematográfica colombiana ya que intentaron realizar eficientemente todos los roles que hoy en día, componen la cadena de suministros de la industria.
Como se observa en la gráfica No. 1, vemos un desplome mantenido a lo largo de la década de 1930 a 1940. En esta etapa en la historia del cine colombiano no se realizó ningún largometraje nacional pues los únicos estudios donde se realizaban estas producciones en años anteriores fue comprado por la empresa Cine Colombia, a la cual le resultaba más económico la exhibición de películas extranjeras únicamente.
A partir de esa época ha existido un intento por desarrollar salas de cine que tengan la capacidad de exhibir diferentes tipos de producciones, tanto nacionales como internacionales, que les permitiera a los emprendedores en esta nueva industria llegar a tener un negocio rentable. Inicialmente, tan sólo un par de empresas intentaron ingresar al mercado, pero no dieron abasto a toda la demanda que anhelaba ver las producciones de aquella época.
Desde los años 40’s hasta el final del siglo XX, hubo distintos esfuerzos (por lo general, centralizados en la capital) por generar desarrollo y crecimiento en este mercado. Sin embargo, las producciones nacionales nunca se desarrollaron como lo hicieron a principio de la primera década del siglo XXI gracias a la presencia de la Ley del Cine como principal recurso que el Estado llevo a cabo para beneficiar a cada una de las partes que componen este mercado.
¿La industria cinematográfica en Colombia es atractiva?
De la mano del contexto explicado anteriormente, se dará un vistazo al comportamiento de la industria, analizándola desde la perspectiva que nos ofrece las cinco fuerzas de Michael Porter para determinar su atractivo, sus beneficios y las debilidades que tiene a nivel nacional.
¿Cuáles son las barreras de entrada a la industria?
Como se aprecia en la gráfica No. 1, ha existido de manera constante una volatilidad que hace imposible para un futuro inversionista de capital ver un atractivo en esta industria. Las barreras de entrada al mercado son muy altas, por lo que muy pocos son los que pueden sacar utilidades de las producciones que se desarrollan a nivel nacional.
¿Qué perjudica a la industria? ¿Qué otras actividades la pueden suplantar?
Un gran peso que afecta el atractivo de la industria de manera negativa son las diferentes alternativas para la presentación de películas. En general, con el paso del tiempo, se presentan más y más formas de disfrutar de una película: desde televisión por cable hasta vídeos caseros son potenciales sustitutos del mercado cinematográfico colombiano. Sin embargo, se pueden identificar otras actividades que pueden reemplazan al cine ya que todas pueden llegar a cumplir la misma función: ofrecer entretenimiento. Entre ellas aparecen conciertos, centros comerciales, actividades teatrales, etc.
Cadena de suministros de la industria: ¿De qué se compone?
Dentro de la industria del cine en Colombia la cadena de suministros que existe se compone, por lo general de la siguiente manera en cada país: productores, distribuidores y exhibidores. Las primeras dos partes de la cadena han sido históricamente extranjeras considerando el porcentaje de producciones nacionales realizadas en comparación a la producción a nivel global. Para ver un panorama se presenta a continuación una comparación del número de producciones nacionales frente a la cantidad de producciones a nivel global.
La parte No. 2 de este artículo lo puedes encontrar acá.
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