Por Alejandra García
Para nadie es un secreto que el sector educativo colombiano tiene grandes falencias, tanto en la cobertura como en la calidad. Si nos centramos en la educación básica primaria y bachillerato, la mayoría de colegios públicos y privados dejan mucho que desear en los resultados de las pruebas de Estado Icfes, hoy llamadas “Pruebas Saber 11”. Realmente, son muy pocos los colegios privados que satisfacen efectivamente la relación precio-calidad en cuanto a la educación de los niños. Hoy en día, los mejores colegios de Colombia según las pruebas Saber 11° pertenecen a los estratos socioeconómicos más altos de la sociedad, haciendo casi imposible el acceso a una buena educación a personas que no tengan recursos para pagar este tipo de colegios. De ahí que en este artículo, con base en un proyecto de investigación quiera resaltar a Henry David Romero Vivas como un caso que ejemplifica el emprendimiento social en el sector de la educación, mediante su labor al dirigir su colegio.
¿Qué hace especial el caso el señor Romero Vivas?
Bueno, es interesante saber cómo un hombre que nació en municipio de Anolaima hace 63 años, que ha sido comerciante desde muy joven, dedicó la mayoría de su vida a la educación. Siendo profesor de química de un colegio del Estado, se convenció de luchar por un sueño: brindar educación de excelente calidad a personas de escasos recursos, al ver como muy buenos alumnos que él educaba se perdían por no tener oportunidades de pasar a buenas universidades.
Así fue como todo el esfuerzo de los últimos 26 años le permitieron en el pasado mes de Mayo, ser uno de los tres finalistas al Premio Compartir al Rector 2013-2014, y ganar el galardón como Rector Ilustre en el mismo evento. Este premio es símbolo de la labor que viene realizando en su colegio Liceo Campo David, el cual durante los últimos ocho años ha estado dentro de la lista de los 15 mejores colegios del país, e incluso en el 2010 ocupó el primer puesto a nivel nacional calendario A y B según las pruebas de estado Saber 11°. Siendo lo anterior un fenómeno prácticamente excepcional a la realidad educativa, ya que el colegio es estrato tres y está ubicado en el sur de la capital, rompiendo los esquemas de calidad versus precio en país.
¿Que buscaba el proyecto de investigación?
El proyecto de investigación (2013) se enfocó en averiguar si el personaje detrás de este innovador fenómeno era o no un empresario social y por qué. Para ello, además de realizar varias entrevistas y visitas al colegio, el proyecto usó teorías como la importancia de los valores socioculturales de Frank Safford, o las categorías para analizar el empresariado en una investigación biográfica, propuestas por Carlos Dávila. Igualmente, fue fundamental la tesis de Adriana Medina Rico (2008) la cual trabajó el termino de empresario y emprendedor social, del cual se entiende que es aquel “empresario que se mueve en el medio de la mejora de la producción y los procesos del mercado, en la búsqueda de nuevos proveedores y fuentes de provisión, para solucionar los problemas sociales” (Medina, 2008.)”. Todo lo anterior ayudó a sustentar al análisis del material biográfico que recolectaron para el proyecto.
Ahora bien, al revisar el material encontraron que el señor Romero Vivas no solo es un empresario responsable del funcionamiento de su colegio, sino que además es un personaje convencido de la necesidad de servir a la sociedad. Esta convicción se refleja en la importancia que él atribuye a la moral y los valores que deben compartir todos los miembros de su comunidad. De ahí que en una de las entrevistas haya comentado lo siguiente:
Entonces primero, sembrar en una empresa el respeto a los usuarios, segundo la calidad, y tercero debe de tener un gen que se llama: el DDS el “Don Del Servicio”. Sin el DDS en el genoma humano no brillará nada en una escuela, ni el Icfes ni la Nacional ni las becas de Los Andes, nada. Si no prestamos un servicio a los demás, si no nos vamos a las escuelas rurales a compartir nuestras experiencias, nada de lo que hacemos es válido.
De la anterior frase y otra información que adquirieron en las entrevistas, las investigadoras pudieron entender por qué el señor Romero tiene un programa de capacitación a profesores de escuelas rurales en cinco municipios de Cundinamarca. Además de una fundación llamada Sarita Down que ayuda a niños discapacitados física y mentalmente, ubicados en veredas como Anolaima, Cachipai, y Quipile, brindándoles ayuda tanto a los niños (con todos sus exámenes y consultas necesarias) como a los padres con capacitaciones en instituciones certificadas, para que sepan cómo tratar los problemas que tienen sus hijos. Sin olvidar igualmente el último proyecto en el que está trabajando, la reforestación con especies nativas de siete hectáreas que donó al planeta entre los municipios de Sesquilé, y entre Cachipay y Anolaima.
¿Qué pudo concluir el proyecto?
Así pues y con la ayuda de teorías, el proyecto de investigación concluyó que el perfil biográfico del señor Romero congeniaba con el de un empresario social. Observando cómo cada ámbito de su vida ha estado permeado por un interés humanista, que le facilita e incentiva la elaboración de proyectos con un alto beneficio social. Sin embargo, el trabajo aclara al final que la teoría disponible en este campo no es muy extensa y dificulta un poco las investigaciones.
Para concluir este artículo, valdría la pena recalcar que es esencial entender realmente que hoy en día existen una gran diversidad problemas sociales, y que cada uno de nosotros desde su campo puede aportar soluciones. El proyecto, por ejemplo, mostró el caso de don Henry quien lo hace desde la educación y otros proyectos sociales. Sin embargo, quisiera dejar una invitación al lector para que piense desde su campo de interés como puede aportar para solucionar problemas sociales. Tal vez ahí esté nuestro verdadero reto como profesionales, al no olvidar nuestro lema: “Más allá del deber”.
Leave a Reply